DEMOCRACIA Y MAYORIA
El camino trazado por la mayoría asambleísta ha sido una vez más ratificado en la conformación de las mesas constituyentes, lo cual demuestra que la tendencia ideológica de quienes la conforman seguirá vigente. A través del trabajo en las mesas se pretende facilitar las decisiones de la Asamblea y la adopción inmediata de los nuevos textos constitucionales. Las diez mesas conformadas y presididas por los asambleístas del oficialismo tienen un objetivo claro según su temática, así por ejemplo la mesa No. 2 de Participación Ciudadana tendrá como meta incentivar y fortalecer la participación social en la nueva Constitución, la mesa No. 8 de Justicia y lucha contra la corrupción, deberá fijar un combate frontal a todas las formas de corrupción, la mesa No. 10, analizará los proyectos de ley que envíe el Ejecutivo, por citar tres de las diez mesas.Están conformadas por una mayoría absoluta de representantes del partido de gobierno, en este sentido, la minoría ha reclamado una vez más su poca o nula participación, pues ninguno de ellos presidirá mesa alguna, se han quejado de ser sometidas a la realidad de la conocida expresión: yo hablo, tú hablas, el habla, nosotros decidimos. Sin embargo, pocos son los asambleístas de minoría que han debatido y argumentado en forma ética, legal y propositiva las decisiones de la Asamblea y han realizado propuestas claras y posibles. Lamentablemente el rol que ha adoptado la minoría, ha sido el de la inútil confrontación y dispersión, uno de los peores males políticos en el país, el protagonismo que cada uno intenta generar, los ha llevado a improvisaciones que hasta ahora han generado un proceso que aletarga el verdadero objetivo propuesto por el mandato ciudadano. ¿Cual es la base de la Democracia si no es un régimen de la mayoría? Esta es una mayoría que nació tal desde sus orígenes, la conformación de las otras mayorías históricas en el manejo político del país, en gran parte han sido fruto de las coyunturas del soborno económico y de intereses de grupo. Ante la imposibilidad de alcanzar unanimidad se ha igualado las decisiones de la Asamblea a las decisiones de la mayoría, pero, ¿de qué manera puede la minoría ser parte de estas? que deberían en su fin último, propiciar los cambios políticos, económicos y sociales que respondan a la construcción de un Ecuador más justo, solidario e incluyente. Más que de una decisión impuesta para todos, necesitamos una Constitución basada en el acuerdo y el consenso, de lo contrario debemos adoptar a la democracia como una cruda ecuación de régimen de mayoría. Mónica Banegas Cedillo
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