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VEEDURIA CONSTITUYENTE

Apoyo a la Democracia

El apoyo que los ciudadanos dan a la democracia es un componente clave para su sostenibilidad.  La experiencia histórica nos enseña que las democracias fueron derribadas por fuerzas políticas que contaban con el apoyo o por lo menos la pasividad de una parte importante de la ciudadanía. De ahí que resulta sumamente importante conocer el Informe de la Naciones Unidas sobre la  Democracia en América Latina, según el Informe el 48,1 por ciento de los encuestados (que fueron en un número de 18.643 en 18 países), decían que preferían la democracia a cualquier otro régimen.  Por otro lado, el 44,9 por ciento que manifestaban apoyo a la democracia, decían además que estaban dispuestos a apoyar un gobierno autoritario si se resolvían los problemas económicos de su país. Buena parte de los entrevistados (uno de cada tres) a pesar de decirse demócratas demostraba actitudes hostiles sobre algunas reglas básicas de la democracia; para ellos un régimen democrático podría funcionar prescindiendo del Parlamento y los partidos políticos. Una de las conclusiones es que, en América Latina los ciudadanos y ciudadanas según las opiniones vertidas, han conformado tres grupos:   demócratas, ambivalentes y no demócratas. Para los primeros la democracia es indispensable para el desarrollo del país, y no consienten que el Presidente prescinda del Parlamento, controle los medios de comunicación o imponga fuerza en épocas de crisis. Para los ambivalentes; sus opiniones son contradictorias, están de acuerdo con un régimen democrático aunque admitirían que el gobierno tome decisiones antidemocráticas en circunstancias necesarias. Comparten con los demócratas en su preferencia por un régimen democrático a un autoritario, sin embargo están de acuerdo con los no demócratas  en que lograr el desarrollo del país es más importante que preservar la democracia. Para este grupo de ciudadanos en épocas de crisis, aprueban que el presidente deje de lado al Parlamento y a los partidos políticos y controle a los medios de comunicación. Es evidente en estas expresiones una tensión o paradoja, por un lado admiten un liderazgo con base democrática, y  por otro, la necesidad de un tinte autoritario.  Para los no demócratas el desarrollo del país es más importante que la democracia, apoyan que un gobierno no democrático llegue al poder si este resuelve los problemas económicos, si el país se encuentra en serias dificultades, el Presidente debería dejar de lado al Parlamento y los partidos políticos.  En la mayor parte de los países latinoamericanos, la existencia de una mayoría que respalde a la democracia depende de la capacidad de los demócratas para atraer a sus posiciones a los ambivalentes.  ¿En qué grupo se identifica usted apreciado lector? Mónica Banegas Cedillo

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