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VEEDURIA CONSTITUYENTE

CULTURA POLITICA

Algunos candidatos durante las campañas electorales realizan quizá una de las peores manifestaciones de corrupción, la compra de votos. Es parte de la cultura política del país que se intente sobornar a quienes votan, satisfaciendo en forma inmediata una necesidad, por ejemplo: a través de la entrega de alimentos, ropa, medicinas, infraestructura, materiales de construcción, se utiliza hasta dinero en efectivo para comprar los votos de los electores. La consecuencia directa de esta mala práctica ha sido que la política aparezca como una mera lucha entre personalidades políticas, lo cual implica una vaga apreciación de los problemas sociales y una desaparición de las tendencias ideológicas,  pues los votantes son comprados para que se comprometan a un determinado comportamiento electoral sin tomar en cuenta propuestas programáticas ni fidelidades partidistas. No obstante, sobre este tema surgen algunas preguntas: ¿Por qué la gente vende sus votos? ¿Están menoscabando sus derechos políticos y deberes democráticos a cambio de beneficios materiales inmediatos? ¿Es legítimo influir en la conducta de los votantes? Según el análisis sobre el tema, que realiza Transparencia Internacional, se señala que la compra de votos es un aspecto rutinario de la corrupción electoral. Otra forma de sobornar la obtención del voto es asegurando a los electores el acceso a los programas sociales u otros servicios públicos. La estrategia en algunos casos, ha sido amenazar con quitarles beneficios como subsidios de alimentos, si no votan como se les ordena, han sido presionados para que asistan a los actos de campaña y lleven distintivos que promuevan al candidato. Esta garantía de acceso a los servicios estatales generan confianza y compromiso pero, sobre todo, dependencia. A medida que la compra y venta de votos se arraiga en la cultura política de un país, se incita al candidato-comprador para que busque más recursos con qué estimular la compra-venta en la campaña. Este vicio de la política electoral si da sus frutos el día de las elecciones, ya que los compromisos de voto sobornado se reflejan en un alto porcentaje de votación a favor, sobretodo en los sectores de bajos ingresos pues son más propensos a ser engañados por los compradores de votos. Mónica Banegas Cedillo.  

FINANCIAMIENTO DE LA POLITICA

El financiamiento público que según las leyes ecuatorianas reciben los sujetos políticos, es un tema consustancial para la democratización del sistema electoral, por tanto, requiere propositivas reformas. La Ley Orgánica de Partidos Políticos  en su Art. 57, establece que el patrimonio de los partidos políticos se integra, entre otros rubros por los subsidios del Estado y que solo los partidos políticos que hayan recibido al menos el cuociente del 0.04 de los votos válidos en las elecciones pluripersonales nacionales tendrán derecho a recibir subvención  del Estado. El goce de todos los derechos y privilegios establecidos por la Constitución y la legislación electoral, incluido el relativo a recibir contribuciones públicas para el desarrollo de sus actividades, lo reciben las organizaciones políticas que hayan obtenido su registro ante el Tribunal Supremo Electoral. Sin embargo, la propia legislación no clarifica que tipo de actividades, por tanto el dinero que reciben ha sido utilizado únicamente para el desarrollo de las campañas electorales.  La reforma que debería ser considerada es precisamente sobre el destino y el uso de estos fondos estatales. Legislaciones como la mexicana obligan a los sujetos políticos a invertir parte de este capital en programas que realicen anualmente para educación y capacitación política, investigación social y económica y labores editoriales, lo cual contribuye al mejoramiento de la Política como vocación de servicio, y favorece a la formación adecuada de nuevos y mejores cuadros de gobierno, además es obligación que los gastos efectuados para estas actividades sean comprobados, de tal manera que les corresponda una reposición. Este es uno de los pocos países en América Latina que hace una clara diferenciación sobre los aportes de financiación a las instituciones políticas para actividades de este tipo y las contribuciones exclusivas para las campañas electorales. En Ecuador la diferencia entre una y otra, se deduce de los artículos 59 y 60 de la Ley Orgánica de Partidos Políticos vigente, se trata del Fondo Partidario Permanente y del Fondo de Reposición del Gasto Electoral respectivamente. La propuesta es que los recursos que, por concepto de los mencionados fondos, reciben los sujetos políticos deberían utilizarse por lo menos en un 30% para proyectos de capacitación, formación e investigación, con el objetivo de fortalecerlos a su interior, a través de una democratización interna y la constitución de escuelas de Formación Política, este dinero podrían ser entregado directamente a Universidades y otros centros educativos,  y administrado a través de becas de estudio y capacitación para sus militantes.  Mónica Banegas Cedillo.

CONCERTACION NACIONAL

La Asamblea Nacional Constituyente no solo necesita gente capacitada que elabore un nuevo texto constitucional, necesita políticos honestos dispuestos a superar las resistencias y los obstáculos interpuestos por los grupos de poder que intentan mantener lógicas tradicionales económicas y políticas. La campaña electoral muestra una inmensa fragmentación de los mensajes políticos, por tanto la Asamblea se aparta cada vez más de su razón de ser. Existe una brecha entre los objetivos democráticos que deben primar en las prácticas políticas y sus efectos reales; esto produce empobrecimiento de los contenidos  y propuestas y por ende un desvanecimiento de los ideales que buscamos impregnar en la Asamblea.  A decir de un reconocido experto constitucionalista, lamentablemente en varios casos, los que atacan a los mismos de siempre tienen en sus listas a los mismos de siempre. El Ecuador no soporta más dispersión, es necesario la consecución de un gran consenso, para realizar leyes más confiables, y sobretodo viables, pero esto no basta, se requiere además de un compromiso para cumplirlas,  que  coadyuve a un sólido y estable sistema institucional. Fomentar la construcción de alianzas entre los actores políticos que participarán en la Asamblea implica buscar un diálogo y trabajar sobre la base de un acuerdo nacional, llegar a entendimientos mínimos que propicien la tan anhelada reforma política, económica y social. Necesitamos una visión compartida, una ilusión de país con cimientos firmes, entre ellos una estabilidad política institucional, crecimiento económico sólido y sostenible, y cohesión social propiciando participación de la ciudadanía. Pero la concertación se logra con predisposición de hacerlo, dejando de lado posiciones excluyentes y de grupos, uniendo todos los pensamientos distintos en una misma Constitución, Constitución que será aceptada por los ciudadanos en tanto en cuanto no los discrimine. El gran reto está en consolidar este consenso urgente y traducirlo en apoyo a reformas que fortalezcan la democracia ecuatoriana, sin embargo, no serán tratadas y mucho menos acogidas, si en este espacio no existe un contexto favorable para dialogar, si esta convocatoria tiende a pasar por alto la gran diversidad de pensamientos y propuestas y si los cálculos políticos para satisfacer intereses en el corto plazo pasan por alto las consecuencias negativas a largo plazo de nuestra democracia. No permitamos que este nuevo proceso que pretende ser de todos, se diluya entre las buenas intenciones sin ninguna incidencia efectiva en el país. Todos somos corresponsables de la Nueva Constitución, las reformas que se realicen deben estar elaboradas buscando que los ecuatorianos tengamos una mejor calidad de vida, por tanto, votemos!! pero votemos bien. Mónica Banegas Cedillo

MAS DE LO MISMO!!!

Antes la  política colocaba en primer plano los contenidos ideológicos de cada tendencia y la propuesta programática de los sujetos políticos, éstas han cedido su paso al  pragmatismo. El escenario es otro, las ideologías están por debajo de las necesidades de la gente, ahora el político debe actuar en un contexto diferente porque se han debilitado los mecanismos tradicionales de captación del voto, la imagen se impone a  la palabra y también la emoción a la reflexión. Lamentablemente, el marketing político se ha considerado maliciosamente como un proceso de manipulación de masas, como un mecanismo para adoctrinar a la gente en las ideas de jama, caleta y camello. El marketing político debería partir de un profundo respeto a la opinión de los ciudadanos, porque fue creado para manejar la forma de lo que se quiere mantener en el fondo. Sin embargo, al iniciar la campaña electoral hacia la Asamblea Nacional Constituyente, la meritocracia ha sido puesta de lado, pues no se debaten los contenidos. Las franjas publicitarias debían ocuparse para difundir las propuestas de una Nueva Constitución, pero el derroche de demagogia no permite elevar el nivel de debate, está claro que se capta más votos ofreciendo bajar los precios de la canasta familiar, la construcción de calles, avenidas y puentes, ofreciendo créditos de tres mil dólares a tres años plazo con el tres por ciento de interés, eso es demagogia pura y el estatuto lo prohíbe, por lo menos aún no se ha visto ni escuchado insultos directos entre candidatos, esperemos no se de. ¿Para que se propusieron las franjas publicitarias financiadas por el Estado?, entiendo que el objetivo era garantizar la equidad y la transparencia en la participación electoral, para evitar que el excesivo financiamiento privado y unas pocas chequeras consigan los votos, (objetivo claro y saludable para la democracia ecuatoriana), pero a cambio tenemos una dispersión programática y de sujetos políticos, y si preguntamos a la gente, no recuerda ni los nombres de los candidatos mucho menos sus propuestas, por tanto, siguen en ventaja las caras conocidas y los más promocionados, que no necesariamente son los mejores. Si la campaña electoral termina como ha empezado, los ecuatorianos veremos al país sumido en una nueva decepción,  al ver a un grupo de personas reunidas tan solo para redactar un nuevo texto constitucional o a una turba de asambleístas enloquecidos por sus plenos poderes, sumidos en la demagogia y en el chantaje. Si propendemos además a una institucionalidad política, es menester que las campañas electorales se desarrollen en acatamiento de las normas electorales vigentes, pero por sobretodo, si no asumimos una actitud diferente, electores y candidatos, esta Asamblea será más de lo mismo y todo terminará en un nuevo fracaso colectivo. Mónica Banegas Cedillo.

CUENCA TRANSPARENTE

La poca fe en nuestros gobernantes deriva en la apatía de los ciudadanos hacia el manejo de la cosa pública, que debería ser asimilada como nuestra y no solo de quienes la administran. En este contexto, las instituciones gubernamentales deben comprometerse con la transparencia y la ética pública y diseñar mecanismos que aseguren el cumplimiento de estos preceptos en su gestión política-administrativa, que nos permitan restituir la institucionalidad y lograr el pleno ejercicio de los deberes y derechos ciudadanos. La transparencia, debería ante todo, ser una obligación moral, y no solo un mandato constitucional y legal, debe adoptarse como una línea política de acción y no solo de preocupación. Cuenca Transparente es la propuesta de creación de una instancia que promueva y coordine acciones y programas de transparencia, que institucionalice y de sostenibilidad a un espacio de ética gubernamental local. Es dar pasos firmes para conseguir una administración pública transparente, rendición social de cuentas permanente, y educación ciudadana en valores. Pero, ¿qué entendemos por Transparencia? Es un ambiente de confianza, seguridad y franqueza entre gobernantes y gobernados, lo cual implica el ejercicio de una ciudadanía sensible, responsable y participativa, que conozca sus derechos y obligaciones, y por otro lado, gobiernos abiertos a la participación ciudadana y al escrutinio público. Es por tanto, un ejercicio político-ciudadano en doble vía, requiere de iniciativa ciudadanía informada y educada y de voluntad política que asuma y viabilice la creación de esta instancia, como un espacio consolidado, que fortalezca las capacidades institucionales para lograr una ciudad gobernable y democrática, que promueva una gestión local eficiente, profesional y humana, que se rija por principios éticos, que brinde un clima organizacional de honestidad y genere plena confianza de los ciudadanos en sus servicios. La Comisión deberá estar conformada por reconocidos ciudadanos o ciudadanas que cuenten con una trayectoria de visible servicio a la comunidad, credibilidad en la opinión pública, y que demuestren independencia partidista, hombres y mujeres que representen a diversos sectores institucionales y sociales, tales como: universidades, cámaras, gremios profesionales, agrupaciones de mujeres, movimientos cívicos, organizaciones de derechos humanos, organizaciones juveniles y ciudadanos en general. Cuenca Transparente quiere promover la participación y organización de la ciudadanía en la creación de una cultura democrática, de legalidad, y legitimidad, lo cual  implica involucrarse activa y participativamente en la vida pública de la ciudad y el país. Necesitamos de una sociedad fortalecida que recupere el interés de incluirnos en los procesos políticos y ciudadanos.

Mónica Banegas Cedillo

POLITICA SIN ETICA

Si la política es el arte de consensuar y negociar, surge la pregunta. ¿Para que se negocia, para la obtención de un fin común de bienestar ciudadano o parar satisfacer intereses personales o de ciertos grupos? En este contexto, el ser humano asume la ética desde la reflexión o desde la práctica;  o responde a sus convicciones éticas, o responde a soluciones prácticas no necesariamente éticas.  Si la ética es un proyecto de vida que cada individuo lo construye desde su propia concepción de bien, los valores son una construcción social,  por tanto deben ser compartidos, más aún en política, debería ser el pilar fundamental no solo de reflexión sino de acción, pero para tristeza y desencanto ciudadano, del dicho al hecho hay mucho trecho, vivimos un ejercicio político con  relativismo ético, y es que cada quien se maneja como le parece o como le favorece.  Sin embargo, hay valores que no se negocian, y que no van en bloque, los jerarquizamos, los priorizamos, y actuamos. La entrega a una causa noble como lo es gobernar, nace y se enriquece de una actitud auténtica de servicio, más no de una situación calculadora y superficial. Alcanzar fines colectivos y causar un efecto multiplicador de bienes y bondades en los ciudadanos requiere de una verdadera autoridad política, autoridad y credibilidad que se consigue con la acumulación de prestigio, que solamente nos otorga las buenas obras y no las muchas palabras. Mónica Banegas Cedillo

VEEDURIA CONSTITUYENTE

La Asamblea Nacional Constituyente es la oportunidad para promover los cambios políticos, económicos y sociales que permitan la construcción de una sociedad más justa, solidaría e incluyente, dentro de un marco democrático y de respecto de los derechos fundamentales de los ciudadanos y ciudadanas y de la institucionalidad del país, no solo se necesita gente capacitada que elabore un nuevo texto constitucional, queremos políticos honestos dispuestos a superar las resistencias y los obstáculos interpuestos por los grupos de poder que intentan mantener lógicas tradicionales, por tanto, si no asumimos una actitud diferente, ciudadanos y asambleístas, este proceso será más de lo mismo y todo terminará en un nuevo fracaso colectivo.

En el Ecuador es preciso que los actores sociales participemos y vigilemos la nueva historia del país que se construye en Montecristi; abrir diálogos y espacios de debate es el primer paso desde los medios de comunicación,  en este contexto y conscientes de que todos somos corresponsables de la Nueva Constitución, hemos propiciado un espacio televisivo por la cadena Unsión Televisión denominado Veeduría Constituyente,  Vigilando la nueva historia  del Ecuador,  para que sea un verdadero vínculo de trabajo conjunto entre ciudadanía y Asamblea. Se trata de una mirada ciudadana al proceso de construcción de la Nueva Carta Magna, un proceso que permita transparentar cada una de las propuestas, a través de la información, seguimiento e investigación imparcial. Este será un espacio para que la ciudadanía pueda interactuar con los asambleístas, expresando sus opiniones y elaborando propuestas que contribuyan a que la Nueva Constitución  responda a las demandas ciudadanas.

Por el momento histórico que vive el país es necesario vigilar los procesos de transformación jurídica, política y económica que afrontará el país, buscando cambiar los sistemas agobiantes que por años no han conducido al desarrollo, aún, es más importante hacer que quienes vivimos en el Ecuador nos sumemos a los procesos de evolución a través de una verdadera participación ciudadana.

Será un espacio para  la rendición de cuentas de los asambleístas, ya que desde la perspectiva de los ciudadanos, rendir cuentas es ejercer un derecho político; desde la perspectiva de los asambleístas la rendición de cuentas es acatar la obligación de transparentar su gestión.  Al rendir cuentas se fortalece la institución del buen gobierno -la gobernabilidad-, se vela porque los representantes protejan los derechos ciudadanos y promuevan el interés de la colectividad, y se eleva la cultura política de la sociedad local. Para ser efectiva debe desarrollarse de forma interactiva, en un diálogo donde los ciudadanos contrasten los logros y limitaciones del trabajo de quienes fueron electos y recibieron de los votantes el derecho y la obligación de cambiar la historia del Ecuador. La Asamblea Nacional Constituyente es la oportunidad para visionar un futuro equitativo y justo de un país solidario y digno. Amigos lectores les invitamos a sumarse a esta iniciativa a partir de este domingo 17 de febrero a partir de las 21h30. Mónica Banegas Cedillo  

Vigilando la nueva Historia del ecuador

Vigilando la nueva Historia del ecuador

Se trata de una iniciativa que pretende ser un espacio de Rendicion de Cuentas de los Asambleistas y ciudadanizar los contenidos de la ANC.  El formato del programa nos permitira tener a los protagonistas de  la Reforma (las asambleistas) y a los actores locales y nacionales que se definan con las reformas adoptadas, de igual manera existira una tribuna ciudadana que interactue con los asambleistas.